El atleta panameño Jorge Castelblanco se alista para encarar los Juegos Olímpicos de Tokio como una revancha del calvario sufrido en la edición disputada hace cinco años en Río de Janeiro, cuando terminó en el puesto 135 entre 140 competidores.
"Se puede decir que sí son una revancha. Quedé sin nada después de Río. Perdí apoyo gubernamental, apoyo de la empresa privada, tanto así, que simplemente quedé dependiendo de lo que ganaba en las carreras dominicales. Si no ganaba, no tenía ingresos", dijo en entrevista con Efe el fondista que se entrena actualmente en la ciudad colombiana de Paipa.
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Castleblanco terminó la prueba en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro con un tiempo de 2 horas, 39 minutos y 25 segundos, pero en un decepcionante puesto 135.
Una lesión en su pie derecho lo alejó de las pistas y con el amargo recuerdo de 2016 un día entendió que debía mirar al frente y concentrar sus esfuerzos en la próxima cita olímpica.
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"Solo me quedaba esperar los próximos Juegos Olímpicos para reivindicarme", dijo el atleta nacido hace 33 años en la provincia de Chiriquí.
Por lo pronto, se siente satisfecho por haber obtenido en diciembre, contra pronósticos, la marca mínima, fijada en 2h11:30.
Nunca perdió la fe
"Dijeron que no volvería a clasificar, pero gracias a Dios me dio las fuerzas y logré hacerlo nuevamente", apuntó al recordar su desempeño en el Maratón de Valencia, cuando paró los cronómetros en 2h09:47 y selló su visado a los Juegos de la capital japonesa.
Está muy enfocado.
Siento que si las cosas van bien, podemos hacer una buena presentación en Tokio.
33
años tiene Jorge Castelblanco.
Ya he dejado claro que deseo continuar. El ciclo se acorta a tres años para París 2024 y ya dije que quiero continuar.